lunes, 4 de abril de 2016

LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS EN LA BIBLIA


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Te dejo el video donde predico acerca de este tema (el contenido del video es el mismo que el expuesto mas abajo):





Introducción


Estamos haciendo este estudio acerca de un tema trascendental dentro de la doctrina cristiana como es la resurrección de los muertos. Vamos a ver, a lo largo de este estudio, que, conforme lo establecen Daniel, 12:1-2 y Juan, 5:28-29, hay solo dos tipos de resurrección:

[1] una para vida eterna (de los justos); y

[2] otra para vergüenza y confusión perpetua, es decir, para condenación (de los injustos o impíos);

No obstante, la Biblia enseña que la resurrección no será un único evento, general y simultáneo, sino que va a haber mas de un evento de resurrección. Es decir, una cosa son los tipos de resurrección (vimos que hay dos: una resurrección para vida eterna y otra para vergüenza y confusión perpetua) y otra cosa son los eventos a través de los cuales se lleva a cabo la resurrección. Mientras que la resurrección de los justos se va a llevar a cabo en varia etapas, es decir, habrá mas de un evento de resurrección de los justos, la resurrección de los impíos será en un mismo evento (todos juntos).

Las personas van a resucitar en diferentes momentos, conforme al grupo al que hayan pertenecido a lo largo de su vida. Tenemos:

[a] los justos muertos antes de Cristo;

[b] los justos muertos durante la era de la iglesia (de la cruz hasta el rapto);

[c] los justos muertos durante la Gran Tribulación (los “santos de la Tribulación”);

[d] los justos muertos durante el reinado milenial (de 1000 años) de Cristo (Apocalipsis, 20:6); y

[e] los impíos muertos a lo largo de toda la historia (antes y después de Cristo);

Para comprender, entonces, este tema previamente tendremos que ver:

[a] que es el rapto o arrebatamiento de la iglesia;

[b] que es la Gran Tribulación;

[c] quienes son los “santos de la Tribulación”; y

[d] que es el reinado milenial de Cristo;

Pablo nos dice:

En Romanos, 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Para Pablo, entonces, la creencia en la resurrección de Jesucristo era un requisito esencial para la salvación.

En 1 Corintios, 15:17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.

Algunos falsos maestros, en la época de Pablo, comenzaban a negar la resurrección de Jesucristo a lo que Pablo contesta que si Cristo en verdad no había resucitado, entonces aun estábamos en nuestros pecados (no éramos salvos).

Eso se debe a que cuando fue a la cruz, Jesús tomó todos nuestros pecados sobre Sí y pagó el precio por ellos allí. Su resurrección no solo es una prueba de que es el Hijo de Dios sino de que todos nuestros pecados fueron perdonados, porque si solamente uno solo hubiera permanecido sobre Él, Él no habría podido ser resucitado para sentarse a la derecha del Padre. Él todavía estaría en la tumba y nosotros todavía seríamos responsables por nuestros pecados no pagados.

El rapto o arrebatamiento de la iglesia

Para comprender cabalmente este tema de la resurrección de los muertos, primero tenemos que entender que es el rapto o arrebatamiento de la iglesia ya que en este evento se va a llevar a cabo la mayor resurrección de muertos de la Biblia. Pablo hablo del rapto en:

1 Corintios, 15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.

El rapto o arrebatamiento de la iglesia consiste en el traslado instantáneo de millones de personas vivas de la tierra a los cielos, en los días venideros y está acompañado por otro evento paralelo: la resurrección previa de todas aquellas personas que, antes de morir, pidieron perdón a Dios por sus pecados, aceptando a Jesús como su Señor y Salvador pero la muerte se les anticipo. O sea, tanto los muertos en Cristo (serán “resucitados”) como los cristianos que se encuentren vivos (serán “transformados”) serán llevados al cielo, en un pestañear e inmediatamente comenzara la Tribulación (un periodo de tiempo en el cual lloverán sobre el mundo los juicios de Dios sobre la humanidad para castigar la maldad de los hombres).

Tribulación y Gran Tribulación

Se conoce con el nombre de Tribulación a los últimos 7 años de la historia, antes de la segunda venida de Jesucristo. A su vez, se suele dividir a estos últimos 7 años en dos mitades: un primer sub-periodo de 3 años y ½ llamado Tribulación seguido de un segundo sub-periodo, también de 3 años y ½, llamado Gran tribulación. La “bisagra” entre estos 2 periodos es la manifestación y revelación plena del anticristo declarándose Dios dentro de un tercer templo que aun hoy no se ha construido. Esta es la “abominación desoladora de la que hablo el profeta Daniel” (Mateo, 24:15, Daniel, 9:27) y de la que también hablo Pablo (2º Tesalonicenses, 2:3-4). La diferencia es que las calamidades y los eventos desastrosos serán más frecuentes e intensos en el segundo sub-periodo de 3 años y ½, pero, en general, los últimos 7 años serán angustiosos.

La época del rapto

No debe confundirse el rapto o arrebatamiento de la iglesia con la segunda venida de Cristo al final de la Tribulación de 7 años. A mitad de los últimos 7 años se manifestara la “abominación desoladora de la que hablo el profeta Daniel” (Mateo, 24:15). Este es el anticristo. A partir de esta manifestación del anticristo, quedaran 3 años y medio mas para la segunda venida de Cristo, motivo por el cual la segunda venida de Cristo se convertirá, a partir de la manifestación del anticristo, en una evento de fecha cierta. En la segunda mitad de estos últimos 7 años lloverán sobre la tierra los peores juicios de Dios. El rapto (cuyo día y hora de ocurrencia no se conocen) debiera ocurrir en algún momento de la primera mitad de estos últimos 7 años.

Aunque el día y la hora del rapto de la iglesia no lo conoce nadie (solo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo), respecto de la “época” en que ocurrirá se han desarrollado 3 posturas doctrinales:

1) Pretribulacionista: según la cual el rapto ocurrirá antes de la Tribulación total que durara 7 años (es mas, según esta postura con el rapto se inicia el periodo de los últimos 7 años);

2) Mesotribulacionista: según la cual el rapto ocurre a mitad de los últimos 7 años, es decir, a los 3 años y ½ de comenzado el periodo total de la Tribulación de 7 años por lo que el rapto aquí coincide con otro evento que es la manifestación de la “abominación desoladora” (Mateo, 24:15); y

3) Postribulacionista: según la cual el rapto ocurre al final de la Tribulación, superponiéndose casi con la segunda venida de Cristo (es la postura que menos adhesiones ha despertado);

Sin embargo, Dios ha prometido rescatar a la Iglesia de su ira:

1 Tesalonicenses, 1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.

1 Tesalonicenses, 5:9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,

Apocalipsis, 3:10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.

Es por estas promesas de Dios de rescatar a su iglesia (por medio del rapto) de su ira venidera que la doctrina "postribulacionista" casi no ha despertado adhesiones ya que, de acuerdo a esta doctrina, en cuanto a la época de ocurrencia del rapto, la iglesia debiera atravesar los 7 años completos que dure la Tribulación total (y pasar por los peores juicios de Dios que lloverán sobre la tierra) antes de ser raptada.

Además no es lógico que la iglesia pase por los perores juicios de la Tribulación porque:

[1] El propósito de la Tribulación es el de disciplinar a Israel (por no haber aceptado al Mesías y llevarlos finalmente a su aceptación) y destruir completamente a las naciones inconversas que lo maltrataron y que también rechazaron al Mesías; y

[2] La Iglesia no tiene necesidad de ser purificada o disciplinada en la Tribulación porque ya fue purificada en la cruz, ocasión en la que todos los castigos que merecíamos por nuestros pecados, fueron llevados por el mismo Señor. 

Otros pasajes que sustentan la doctrina del rapto de la iglesia:

1 Tesalonicenses, 4:15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Juan, 14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

El rapto de la iglesia (cuyo día y hora de ocurrencia no se conocen) es un evento anterior a la segunda venida de Cristo, donde la iglesia es levantada por el Espíritu Santo de la tierra para encontrarse con el Señor Jesucristo en el aire, quien lleva a su iglesia adonde el se encuentra ahora.

En su segunda venida, Jesucristo baja con su iglesia (con la cual se reunió antes, en el rapto) a pelear contra el anticristo y establecer su reino aquí en la tierra. La segunda venida de Cristo, a diferencia del rapto, será un evento cuya fecha se conocerá con certeza porque ocurrirá al final de los últimos 7 años exactamente 3 años y medio después de que se haya manifestado el anticristo, a mitad de los últimos 7 años.

Queda claro, ahora, el por que explicamos en que consiste el rapto: para demostrar que, en el rapto, se produce la resurrección del mayor grupo de personas compuesto por todos los muertos en Cristo durante la era de la iglesia, es decir, durante la era de la gracia, que va de la cruz al rapto. Como vimos, luego del rapto comienza la Tribulación de 7 años (si adoptamos el enfoque pretribulacionista, que sostiene que, con la ocurrencia del rapto, inicia la Tribulación de 7 años) o la Gran Tribulación (si adoptamos el enfoque mesotribulacionista, que sostiene que el rapto se produce a mitad de los últimos 7 años).

Durante este periodo de la Tribulación, habrá personas que se conviertan a Cristo y que, por ello, será mártires, es decir, serán asesinados por su fe. No se fueron en el rapto de la iglesia porque no formaban parte de la iglesia. Pero se convierten durante la Tribulación y se los llama “santos de la Tribulación” (Apocalipsis, 7:14). Queda claro, entonces, quienes son estos “santos de la Tribulación”. Estos muertos resucitan después de la iglesia junto con los justos muertos antes de Cristo (ya veremos cuando).

El reinado milenial de Cristo

Para comprender lo que es el reinado milenial (de 1000 años) de Cristo debemos comprender primero como será la secuencia de los últimos eventos de la historia. Dios rapta (saca del mundo) a su iglesia y luego comienza la Gran Tribulación (un periodo de tiempo donde lloverán los juicios más severos de Dios sobre la Tierra). Al final de la Gran Tribulación vuelve Cristo con su iglesia (que había sido raptada) para establecer su reino en la Tierra (Apocalipsis, 19:11-14). Cristo pelea contra el anticristo y lo vence y tanto el anticristo como el falso profeta (las dos bestias del Apocalipsis) son arrojados al (inauguran el) lago de fuego (Apocalipsis, 19:20-21) y Satanás es encerrado en el abismo durante 1000 años (Apocalipsis, 20:1-2).

Durante estos 1000 años Cristo gobernara políticamente la Tierra desde Jerusalén (Apocalipsis, 20:4, 6). Al final de los 1000 años Satanás será suelto de su prisión (Apocalipsis, 20:7) e iniciará la ultima rebelión contra Dios (Apocalipsis, 20:8) la cual será aplastada (Apocalipsis, 20:9) y Satanás será arrojado al lago de fuego donde, desde hace 1000 años, se encuentran el anticristo y el falso profeta (Apocalipsis, 20:10). Aquí recién se produce el “juicio ante el gran trono blanco”.

La resurrección de los muertos

En el libro de los Hechos de los apóstoles, Pablo declara lo siguiente:

Hechos, 24:15 teniendo esperanza en Dios, la cual ellos [los fariseos que lo acusaban] también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.

La Biblia enseña que habrá una resurrección de muertos, tanto justos como injustos. Los justos serán resucitados para vivir eternamente, en su cuerpo redimido, con el Señor, mientras que los injustos resucitaran para ser juzgados y condenados por Dios. La mención de ambas resurrecciones en el mismo versículo de Hechos, 24:15 (así como también en Juan, 5:29) no significa necesariamente que las dos ocurrirán de modo simultaneo.

La resurrección de los muertos en el AT

Daniel, 12:1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. 12:2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

Estos versículos de Daniel contienen la más clara referencia del AT a la resurrección de los justos y de los impíos. Pero la resurrección de unos y otros, como veremos, no será simultánea (en el mismo momento).

Comencemos por la resurrección de los justos, es decir, los que “serán despertados para vida eterna”. Obsérvese que Daniel dice (Daniel, 12:2) que muchos de los que duermen en el polvo de la tierra (los que están muertos) serán despertados para “vida eterna” y lo dice después de decir (Daniel, 12:1), que “será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces” refiriéndose, claramente, a la Gran Tribulación (Mateo, 24:21). Dice, además, que “en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro”. Es decir, Daniel habla de una resurrección de justos, cuyos nombres se encontraran inscriptos en el Libro de la Vida y dice que esto acontecerá luego de la Gran Tribulación.

Estos justos resucitados no son la iglesia, ya que la misma será raptada antes de la Gran tribulación, donde los que estén vivos serán “transformados” y los que estén muertos en Cristo serán “resucitados” (1 Corintios, 15:51-52, 1 Tesalonicenses, 4:15-17). ¿Quiénes son, entonces, estos justos, de los que habla Daniel, que resucitan luego de la Gran Tribulación, en la Segunda Venida de Cristo?.

Son todos los justos muertos antes de Cristo (dentro de este grupo, tenemos a todos los patriarcas de Israel – Abraham, Isaac, Jacob, José – a todos los profetas – Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, etc. – y también el rey David, entre otros). Más adelante veremos cuando resucitan los otros para “vergüenza y confusión perpetua” (los impíos).

Estas son las otras referencias, además de Daniel, 12:1-2, acerca de la resurrección de los muertos en el AT:

Job, 19:25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 19:26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios;

Aquí Job expreso proféticamente la convicción de que, después que su cuerpo se hubiera descompuesto en el sepulcro, el seria físicamente devuelto a la vida y contemplaría a su Dios Redentor en un cuerpo resucitado.

Salmos, 16:10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.

Los apóstoles Pedro y Pablo aplicaron este versículo a Cristo y su resurrección (Hechos, 2:25-31, 13:34-37).

Isaías, 26:19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.

Esta es una de las declaraciones más contundentes del AT sobre la doctrina de la resurrección del cuerpo. Los que han servido fielmente a Dios (Isaías, 26:2-3) se levantaran de la tierra y volverán a vivir después de la muerte (Juan, 5:28-29, 1º Corintios, 15:50-53, Filipenses, 3:21).

La resurrección de los muertos en el NT

El AT, como vimos, hablo de la resurrección de los muertos pero ¿dónde realmente empezaron a resucitar las personas?. En el NT. Cuando Cristo murió, muchos santos resucitaron:

Mateo, 27:50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. 27:51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; 27:52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; 27:53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.

Juan, 5:28-29 reafirma la idea, ya expuesta en Daniel, 12:2, de que algunos resucitarían para vida eterna y otros para confusión perpetua:

Juan, 5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 5:29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

El NT no enseña una sola, general y simultánea resurrección de todos los muertos, sino que se refiere a:

[1] Una resurrección de muchos santos que ocurrió cuando Cristo murió en la cruz (Mateo, 27:50-53). Mateo, 27:52 dice que [cuando Cristo murió] se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos muertos antes de Cristo (que habían dormido), resucitaron (se levantaron), es decir, no resucitaron todos los justos muertos antes de Cristo sino solo algunos. Seguramente esto ocurrió como una muestra, es decir, para dar testimonio de que la muerte de Cristo en la cruz traería no solo la salvación sino también la resurrección de los muertos.

[2] Una resurrección que ocurre en el rapto o arrebatamiento de la iglesia (1 Corintios, 15:51-52, 1 Tesalonicenses, 4:15-17). Esta resurrección se refiere a los muertos en Cristo durante la era de la iglesia (de la cruz al rapto).

[3] Una resurrección que ocurre luego de la Gran Tribulación, en la Segunda Venida de Cristo que incluye:

[a] Los justos muertos antes de Cristo (Daniel, 12:1-2); y

[b] Los justos muertos durante la Gran Tribulación. Estos son los llamados “santos de la Tribulación”. Son cristianos que se convierten al cristianismo recién durante la Gran tribulación. No se fueron en el rapto de la iglesia porque, al momento del rapto, no formaban parte de la iglesia, es decir, no estaban 100% convertidos o directamente no estaban convertidos (eran incrédulos). Pero, luego del rapto (y, tal vez, a causa del mismo), se terminan de convertir o directamente se convierten. Muchos de estos cristianos van a morir durante la Gran Tribulación. ¿Dónde resucitan?. Resucitan en la Segunda Venida de Cristo y entran al milenio con El. Apocalipsis, 20:4 y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años (o sea que entran resucitados al milenio junto con Cristo);

[4] Una resurrección que ocurre al final del reinado milenial (de 1000 años) de Cristo (Apocalipsis, 20:5, 11-15). Dentro de este grupo, tendremos:

[a] Justos muertos "durante" los 1000 años del reinado de Cristo. Estos justos morirán durante el reinado de 1000 años de Jesucristo. Luego, al final de esos 1000 años, serán resucitados y juzgados ante el "Gran Trono Blanco" y serán hallados inscriptos en el Libro de la Vida y serán salvos;

Los resucitados hasta aquí (los que resucitaron cuando Cristo murió [Mateo, 27:50-53], en el rapto de la iglesia [1 Corintios, 15:51-52, 1 Tesalonicenses, 4:15-17], en la Segunda Venida de Cristo, es decir, los justos muertos antes de Cristo [Daniel, 12:1-2] y los santos de la Tribulación [Apocalipsis, 20:4] y los justos muertos durante el reino de 1000 años de Cristo) completan la "primera resurrección" (Apocalipsis, 20:5), sobre quienes la segunda muerte (el lago de fuego) no tiene potestad (Apocalipsis, 20:6);

[b] Todos los impíos muertos a lo largo de toda la historia (antes y después de Cristo, luego del rapto durante la Gran Tribulación y, finalmente, durante el reinado de 1000 años), los cuales se fueron y se irán al infierno. Estos muertos resucitarán recién aquí y serán juzgados ante el gran trono blanco y, por no hallarse inscriptos en el Libro de la Vida, serán lanzados (la muerte y el mismo infierno o Hades serán lanzados, según Apocalipsis, 20:14) al lago de fuego (la muerte segunda);

Conclusión

[+] En el único momento en donde la resurrección de muertos justos e injustos será simultánea es en la resurrección que ocurrirá al final de los 1000 años del reinado de Cristo. Apocalipsis, 20:15 dice “el que no se hallo inscripto en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” o sea que va a haber quienes “si” se encuentren inscriptos en el libro de la vida y son los justos muertos durante el reinado de 1000 años de Cristo (si no Apocalipsis, 20:15 no haría esta aclaración y diría algo así como “todos los resucitados fueron lanzados al lago de fuego”);

[+] Los justos resucitados en el punto anterior, serán los únicos justos que enfrentaran el juicio ante el gran trono blanco cosa que no sucederá con ninguno de los justos resucitados con anterioridad;

[+] Para saber donde resucita cada quien es necesario saber a qué grupo o compañía de personas perteneció. Exceptuando la resurrección de algunos santos descripta en Mateo, 27:50-53:

[1] si el justo murió antes de Cristo, resucita al final de la Gran Tribulación, en la Segunda Venida de Cristo (Daniel, 12:1-2) y no enfrenta el juicio ante el gran trono blanco y se salva;
[2] si el justo muere durante la era de la iglesia (de la cruz al rapto) resucita en el rapto de la iglesia (1 Corintios, 15:51-52, 1 Tesalonicenses, 4:15-17) y no enfrenta el juicio ante el gran trono blanco y se salva;

[3] si el justo muere durante la Gran Tribulación, resucita al final de la Gran Tribulación, en la Segunda Venida de Cristo (Apocalipsis, 20:4) y no enfrenta el juicio ante el gran trono blanco y se salva;

[4] si el justo muere durante el reinado de 1000 años de Cristo, resucita al final del reinado de 1000 años de Cristo junto con los impíos (enfrenta el juicio ante el gran trono blanco y, por hallarse su nombre inscripto en el Libro de la Vida, se salva);

[5] los impíos muertos a lo largo de la historia resucitan (todos) al final del reinado de 1000 años de Cristo (enfrentan el juicio ante el gran trono blanco y, por no hallarse sus nombres inscriptos en el Libro de la Vida, son condenados y arrojados al lago de fuego);


QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS!!!!

Marcelo D. D’Amico
Maestro de la Palabra – MINISTERIO REY DE GLORIA